La esperanza es esa cosa con plumas
que se posa en el alma
y canta una canción sin letra
y nunca, nunca se calla.
Y más dulce suena en el temporal,
y fuerte debe ser la tormenta
que pueda acallar al pajarillo
que a tantos consuela
Lo he oído en las tierras más frías
y en los más exóticos mares,
aunque jamás me pidió una migaja,
ni en las mayores adversidades
(Emily Dickinson)
Es curioso que alguien que perdió (aparentemente) la esperanza tan pronto escribiese las más brillantes reflexiones sobre el tema. Es posible que mantuviese el fuego encendido en alguna parte de sí. De hecho, es seguro…
Hace poco leí una frase de Karl Kraus sobre un suicida: «Lo que tiene fuego y buen tiro, quema rápido». La dificultad consiste en arder, pero el máximo tiempo posible.