Seguro que teneis otros momentos post-libertines que elegir, y aceptamos tanto opiniones, como improperios ingeniosos. Tendréis vuestros preferidos aquí ausentes (la guitarra contagiosa de Wondering, la cara b Weekenders, o la descarga de adrenalina de You fucking love it por la parte Barat. Quizá los reproches de You Talk, la sinuosidad de In love with a feeling, la perfección pop a lo the jam de nothing comes to nothing, o la rareza casi dub de From Bollywood to Battersea de la parte Doherty). Tal vez lo más controversial sería dejar Killamangiro de Babyshambles fuera, por equilibrar épocas y peso de los discos.
Estos han sido los Libertines sin los Libertines, y explican un poco la crítica que haré a fin de año en la lista de 2015 de este disco. Espero que haya sido un acercamiento diferente al disco de los Libertines. Todo este tapiz tejido en el intermedio de su carrera, explica tanto las continuidades, como los puntos de ruptura.
No somos los mismos, no nos pregunten quiénes somos ni nos pidan que sigamos siéndolo.
16-Dirty Pretty Things: The Enemy
«El enemigo tal y como lo conozco está en mi cabeza». «Necesitas un corazón tierno para ver a través de la oscuridad». La mejor letra de la tanda. Barat nunca ha sido evasivo acerca de sus propios demonios, su lucha contra una personalidad depresiva. Pero además la melodía es perfecta. Un striptease interior que repetirá en el disco del retorno libertiniano.
17-Pete Doherty: Broken Love Song
El Doherty crooner ha sacado este mismo año la estupenda Flags of the Old Regime, a la cual hay que dejar decantarse como el buen vino. Broken Love Song es quizá la sublimación del estilo del Doherty acústico, intimista, que se gusta como letrista.
18-Carl Barat and the Jackals: Victory Gin
Este es un disco con pegada sacado con otra banda nueva de trinca el año del retorno libertiniano. Existían varias opciones, la épica Glory Days, la anfetamínica summer in the trenches, War of Roses, que casi parece de los Charlatans, o la que más me ha hecho dudar, la magnífica March of the Idles. Pero es Victory Gin donde recupera todo su punch y energía, y bien podría situarse en los últimos Libertines.
19-Babyshambles: Minefield
La elección obvia para representar al tercer y último disco hasta hoy de Babyshambles, secuela a la precuela, sería el primer single nothing comes to nothing, una canción con más pegada. Sin embargo este medio tiempo está cargado de un halo amenazante y un algo difícil de identificar (una buena guitarra en el estribillo, y sin embargo ese ritmo de letanía ominosa) que la hace distintiva.
20-Carl Barat: She’s Something
Si pretendemos ser representativos, algo de este disco había de salir. Un disco comprensible, un anti-ejercicio de estilo. De calidad inmensamente irregular, Barat trata de hacer un disco de pop lo más alejado de su propio molde posible, pero sin traicionar los referentes que le son propios. El resultado es un monstruo de Frankenstein, con momentos de luz como esta canción mccartnófila.
Bola Extra:
Babyshambles and friends- Janie Jones (Strummerville)
No sólo es una cover de los imprescindibles The Clash, que les viene al pelo, y encaja 100% en su estilo. Aunque no llegaron a coincidir en el estudio, esta es la primera canción en la que colaboraron Doherty y Barat desde la ruptura de Libertines.
En capítulos anteriores:
The Libertines sin the Libertines Parte 1
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