Y de pronto anochece…

25 Nov
Autumn color by Markus Spiske is licensed under CC-CC0 1.0

«Ognuno sta solo sul cuor della terra

trafitto da un raggio di sole:

ed è subito sera»

El hermético poema de Salvatore Quasimodo me viene a menudo a la mente. La mayoría de las traducciones se han inclinado por esta versión…

«Cada uno está solo sobre el corazón de la tierra
traspasado por un rayo de sol:
y de pronto anochece
«

De vuelta tras un año de trabajo en Irlanda, no estoy en condiciones de disfrutar mi retorno, mi salud se complica, y aún sin saber exactamente qué ocurre, la alargada sombra de los antecedentes familiares ensombrece el horizonte…

Y de pronto anochece…

También en vísperas de consultas médicas, con la memoria del periplo médico de mi padre, me viene a la mente el poema de Boris Vian, Ellos rompen el mundo.

«Ellos rompen el mundo
En pequeños trocitos
Ellos rompen el mundo
A golpe de martillo


Pero a mí me da lo mismo
Me da lo mismo
Bastante queda para mí
Me queda bastante


Me basta con amar
Una plumita azul
Un camino de arena
Y un pájaro perezoso


Me basta con amar
Una delgada brizna de hierba
Una gota de rocío
Y un grillo del monte


Ellos pueden romper el mundo
En pequeños trocitos
Bastante queda para mí
Me queda bastante


Tendré siempre un poco de aire
Un hilillo de vida
En el ojo algo de luz
Y el viento en las ortigas


E incluso, incluso
Si me meten en la cárcel
Bastante queda para mí
Me queda bastante


Me basta con amar
Esta piedra pulida
Estos ganchos de hierro
Donde queda un poco de sangre


La quiero y la quiero
A la tabla de mi cama dura
Al jergón y a la armadura
Y el polvo en el sol


Me gusta el ventanillo abierto
Y los hombres que entran
Que avanzan, que me llevan
De nuevo a la vida del mundo


Y a encontrar el color
Me gustan esos largos montantes
Ese cuchillo triangular
Esos señores negramente vestidos


Es mi día y estoy orgulloso
Lo quiero y me gusta
Esa panera llena de ruido
Donde poso mi cabeza


Oh, sí, la quiero convencido
Me basta con amar
Una brizna de hierba
Una gota de rocío

Un amor de pájaro perezoso


Ellos rompen el mundo
Con sus pesados martillos
Bastante queda para mí
Queda bastante, corazón mío»

Hay demasiada curiosidad por el próximo espanto que la Historia vaya a arrojarnos encima, demasiados libros por leer, y días por compartir, demasiado miedo al dolor propio y de los otros, como para fingir cierto estoicismo, aunque sea cierto aquello que decía Epicuro sobre el último viaje…

Entre el pesimismo de Quasimodo y la trágica voluntad de permanecer de Vian, me gustaría inclinarme por la segunda…

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

A %d blogueros les gusta esto: