Flotaba en el aire pútrido, una sensación extraña, familiar, inquietante, estaba en el ambiente. Vimos que volvian los ambientes enrarecidos, como de pesadillas, como de monstruos y estrambóticas criaturas y rincones oscuros, con American Horror Story. Hemos visto unirse lo sórdido, lo criminal, lo sorprendente, los ritos oscuros, los arcanos, en lo profundo de la América profunda de pantanos y redes de prostitución, rednecks e iglesias abandonadas, con True Detective. Por no hablar de portales entre realidades, seres sintéticos, cambiaformas, casos de armas biológicas, en Fringe.
Fueron sólo unas pocas de las muchas señales, vástagos de ficciones pioneras.
Ahora David Lynch y Chris Carter anuncian el retorno de Twin Peaks y X-Files. Mitos, leyendas catódicas, creepshows misteriosos, herederos del horror y el fantástico más notable.
Y quizá, más allá de Denise, la ocasión mereciera un salto mortal, un crossover fabuloso e improbable, un duelo en la alta sierra, un Dale vs. Fox, un Cooper contra Mulder.
Tengo poquitas esperanzas en lo de Twin Peaks… Lynch ya ha dicho que no se hace cargo y eso es bajona total (máxime con la experiencia que tenemos de esa segunda temporada desastrosa por aislarse de la serie).
Veremos.
Lynch acaba de abandonar, estaba a bordo. Totalmente de acuerdo con los estragos que hizo su ausencia en la desafortunada segunda temporada. Pero ahora mismo, se ha bajado por dinero, no por diferencias creativas. Vergüenza.
¿Ha sido por pasta? (sólo leí el titular). Buufff, que mal, no?
Lo de la segunda temporada fue un horror, menudo disgusto tuve. Me pasó algo parecido con el horroroso final de Carnivàle (qué pena).
¡Cierto! Eso me ha parecido una puta mierda, más para él que siempre ha ido de «auteur».