De pronto, él comprendió que es la mirada de los otros lo que nos hace humanos. Como un cuento infantil que está por colorear, como la diferencia entre deambular solo por una ciudad extraña tomando polaroids del atrezzo, a compartir su descubrimiento.
Fotografiaba a todos menos a si mismo. Temía verse en el espejo del ojo ajeno.
Entonces la casualidad hizo presencia. Una hermosa dama le endosó la misión de cuidar por un tiempo de una Alicia no muy distinta de la de Lewis Carroll.
Empezó a buscar al mago de Oz para encontrar su corazón en compañía de una pequeña Judy Garland.
La vida a veces es más sencilla de lo que parece, como una vieja canción de Chuck Berry.
Alicia en las ciudades
29 SepNos vemos en Singapur: Publicidad y amiguismo
25 Sep
Steve MQueen lo intentó en pantalla. Overlord (ahora llamado Niki Speedball) en la red: Transmitir la sensación de velocidad de las carreras de coches.
En realidad es una continuación de las crónicas que ya venía haciendo en su propio blog, La culpa de todo la tiene Yoko Ono, en dónde además encontrarán la música de la que aquí no se habla (Extremoduro, Madonna…Overlord en un concierto de Madonna. Overlord en gay city…es para no perderselo) y otra que se da por sentado (Raconteurs, Oasis), amén de series y pelis (más que yo).
La cara de Niki Lauda es su guarida. Crónicas sobre la fórmula uno, más allá de ciertas distorsiones sociales (echo en falta una crónica del premio de Valencia desde el punto de vista de un vecino de Nazaret) pero con la sabiduría de quien no se apuntó a la moda cuando llegó alonso, sino que es gato viejo…
De aquellos tiempos de Senna, de Damon Hill, de Prost… Cuando todavía habían adelantamientos.
Nos vemos en Singapur…Les dejo con la previa…
Cover Wars feat. Mycroft : Humppa!
21 Sep
Ha llegado el momento de robarle vilmente la sección a Forfy. Aunque con su consentimiento. Sin su fantástica presentación ni su neutralidad tan profesional.
Yo tomo partido. Siempre.
Los que leais su Mad World ahora en stand by sabreis en que consiste. Una batalla entre el original y la versión, o en ocasiones entre versiones de un mismo tema. Como en los inmortales, solo puede quedar uno.
Votais vosotros, que sois los que dais vida a la sección. Una sección a la que quiero dar un lustre freak, sorprendente, delirante y en ocasiones abiertamente extremo.
Para empezar, una cover que me entusiasma. Como veis, neutralidad cero.
En el 94 Cranberries pegaron el campanazo con una canción que los llevó a un status comercial de masas. Un tema sobre la guerra no muy sutil, pero efectivo.
Años mas tarde, en algún lugar de Finlandia, Eläkeläiset, una banda de locos bastante popular en Alemania, por que he averiguado, decidieron que el tema de Cranberries era muy grave. Que si armas, y cabezas, y disparos, y guerras…¿Por qué no podías ser simple, y rápido, y divertido, y desenfadado como una película de zombies?
Dicho y hecho. Ustedes deciden quién leva razón.
La Caida
18 Sep
Alertado entre otros por Forfy, a quien vamos a echar de menos (pero al que ya advierto que quien se fue a Sevilla perdió su silla y que es probable que le tome prestada su sección de covers) llegó a mis oidos esta película de Tarsem Singh, autor de la esteticista y tramposa La Celda.
Las referencias eran «La Princesa Prometida» y esa era una influencia ambiciosa que podía volverse en contra. No tenía yo el cuerpo para épicas y estilos visuales vistosos y coloridos…
Y sin embargo, tras verla, debo decir que me ha emocionado, que he conectado en seguida, que es una de las mejores películas que he visto en los últimos dos años, que no se cómo no se ha estrenado en este país, y que es un paso de gigante para este director.
Porque Tarsem juega con la maravilla. Con la ilusión. Con la capacidad de ilusionarse y emocionarse. Con la mirada de una niña. Con la imaginación, la ingenuidad, y la verdad honesta que hay en contar historias, en oir historias, un autentico homenaje a la capacidad de soñar, de tejer relatos.
Hay más cine en la escena en que el protagonista conoce a la niña y le cuenta la pequeña anécdota sobre Alejandro Magno, y ella se sorprende, que en toda la monumental pelicula de Oliver Stone (tocado por el fantasma de B. De Mille, para mal)
En cierto sentido, y el final lo confirma con la llegada del cine al hospital, y la mirada del hombre, de la niña, de todos ante el gran lienzo de imagenes en movimiento, con la pantalla dentro de la pantalla, Tarsem renueva y refina lo sugerido por Tornatore en su Cinema Paradiso.
Y lo lleva fuera del cine, sin excluir al septimo arte, al simple y eterno amor a contar historias y a fantasear, presente desde miles de años antes de la Odisea.
Es una película en la que como en la de Reiner, se narra a su vez en su interior una historia. Y sin embargo es muy diferente, lo que ocurre fuera del cuento tiene mas importancia que en la peli de Reiner. Hay también una interacción entre la ficción narrada, y la «realidad» de la película que recuerda un tanto a la Rosa Púrpura del Cairo (sin llegar a esas entradas y salidas de pantalla). Y una elegancia visual sugerida ya en la ópera prima de Tarsem, pero más curtida y contenida.
También se trata de una película acerca de la desesperación. Y es ahí donde Tarsem es más certero: Cuando nuestro protagonista tiene menos ganas de vivir, cuando la historia de encanto mítico y fabuloso se muestra sombría, cuando amenaza la derrota, la niña se inserta en el relato, intenta forzarlo y cambiarlo, intenta llenarlo de esperanza.
Porque como ella dice, esta historia también es mía.
Si te esfuerzas puedes desaparecer…
14 Sep
El deseo de desaparecer, porque las cosas desaparecen, emponzoño tan atrozmente mi sed de ser que, en medio de los resplandores del tiempo, el aliento se apagaba y el ocaso de las naturaleza me envolvía con multitud de sombras. Y como veía el tiempo en todas las cosas, esperaba salvarlas del tiempo…
(Cioran)
«Si te esfuerzas puedes desaparecer» (Los Planetas)
In Bruges puede ser, con permiso de This is England, mi pelicula del año.
Porque es diferente, porque trata de más cosas de lo que aparenta, por un duelo actoral tremendo, porque nos engañan con la visita guiada a ninguna parte de dos turistas que no lo son, en un medievo de vitrina museística, en medio de ningún lugar, antes de que la acción, la vida y los pecados los alcancen en una explosión de actividad, que por venir marcada por lo banalmente turístico de la bella postal, resulta brutalmente verosimil incluso en lo mas retorcido de su entraña.
Por divertida, inteligente, y a partir de cierto momento trepidante…
Colin Farrell nunca ha estado mejor. Las ciudades son esos seres enormes en los que el drama avanza calladamente hasta llegar a tragedia, entre visitas guiadas y rodajes de enanos, entre drogas, mafias, errores imperdonables, recuerdos de un viaje infantil, niebla, tiempo, mujeres que amar, trenes en los que escapar…de todo menos de ti.
The Verve: Crítica de Forth+ Summercase
13 Sep
Aclaremos una cosa: No es un disco fácil para el fan ocasional o neófito. Tiene sus momentos ligeros, comerciales baladas como Judas, I see Houses o la magnífica Valium skies, pero no van por ahí los tiros.
Yo disfruté mucho con la unión de lisergia sesentera y shoegazer noventero de su primer Lp (Con Blue, Slide Away, o See yo in the next one como banderas ácidas y ensoñadoras), y mucho más con un segundo Lp que me parece infravalorado y que situa a mi entender al duo McCabe-Ashcroft a la altura del duo Jim morrison-Manzarek, con excelentes mutaciones sonoras que acoplan a una producción moderna las atmósferas de la psicodelia, el acid rock menos pasado de rosca, el dream pop, y los primeros indicios de pop orquestal a lo moody blues vs Bloody valentine.
Si algo hay de negativo en Forth, aparte de una densidad mucho mayor que en el aclamado, magnífico, y mucho más accesible Urban Hymns, es que la poesía morrissoniana de aquellos tiempos esta algo agotada a nivel de letras. A falta de comprobarlo con los textos delante, Ashcroft es menos místico, menos William Blake, y más costumbrista, y menos profundo.
Es casi el único pero.
Tal vez Forth sea el mejor disco posible de Verve, hoy en día. Luz y oscuridad. Denso, épico, epidérmico diría yo. Sintetizan sus tres Lps anteriores en uno. Appalachian Springs es tal vez junto a History y The drugs don’t work la mejor cación que ha compuesto Richard Ashcroft en su puta vida. Cuando suena en el mp3 no quiero que acabe nunca.
Rather Be o Valium skies son grandes réplicas al Urban Hymns (remite a la comercialización de su sonido conservando la calidad, en algunas canciones como Lucky man o Space and Time). Sit and Wonder es más primaria, una tremenda plegaria mística como en los primeros tiempos. Y se permiten un rompepistas como Love is Noise, todo energía, todo fuerza, un torrente.
McCabe es un guitarrista brutal y construye muros de sonido que no dejan pasar ningún átomo, ninguna partícula de dudas.
Noise Epic les muestra maestros del ruido, pero no un ruido descontrolado: Utilizan el ruido como material para una sinfonía que se desborda pero esta controlada, tiene una estructura, tiene sentido. Es la réplica a los momentos salvajes a lo Rolling People. Es Richard poseído por Jim Morrison.
Numbness también remite al pasado, pero desde la solidez presente: Verve no son una broma, son una banda. El tiempo no los ha desgastado, los ha cubierto de cicatrices. Es la versión mejorada de Catching the butterfly.
I see houses es una balada marca de la casa, a la que le falta un pelín de calado emocional.
Columbo no acaba de cuajar, pero no es un gran obstáculo.
Judas es una balada blanda, débil, prescindible, pastelera y fuera de lugar, que Ashcroft debió relegar a cara b o a sus discos en solitario. Un pequeño manchón de ñoñez en un disco a años luz de cualquier competidor. Simplemente no hay competencia posible.
SUMMERCASE BARCELONA:
Jalonado por un momento mítico (Ver a Ian Brown y Mani de Stone roses juntos haciendo Waterfall, en un buen concierto del mancuniano) y algo decepcionado (Interpol, tibios, rompiendo el ritmo del concierto con un tracklist extraño. We are Scientist, horribles. Grinderman, salvajes, incluso demasiado, en un buen concierto para el que no estaba preparado) The Verve era el plato fuerte del festival, al que solo asistí un día.
El recinto fue otra decepción, así como los precios de bebidas y demás. Así que tiré de las reservas caseras de tio Bob (Marley) y aguanté el tiron como pude en compañía de Kiedistar, colega y antiguo vecino exiliado ahora a un barrio periferico.
Con un elemento como Supersoulman yendo con nosotros, desatado y el resto de amigos perdidos fue una noche de encuentros y desencuentros, con rumores de que Verve habían suspendido el concierto anterior, y sospechas sobre la laringe de Richard.
Esperaba a un hombre mas calmado, acomodado, avejentado y domesticado. Y lo que me encontré fue un frontman dinámico, vigoroso, carismático, casi a la altura de un Cave, un Jarvis Cocker, o un Brett Anderson (en la juventud de Suede).
Nada de líder estático a lo Liam Gallagher. Richard ejerció de lider chamánico, absolutamente movil, galvanizado e hipervitaminizado. McCabe construtó un muro de sonido, y ya desde This is music, Verve fueron una apisonadora.
Un Tracklist algo cojo (me faltó History)
Poca novedad, mucho Urban Hymns, sonnet, Drugs don’t work (increible), Lucky man, Space and Time, una sorprendente Life is an Ocean, y un cierre de lujo con Bittersweet symphony, sin sampler, con violines, enganchando con un Love is noise inmenso, bailable, a lo Primal scream, en modo Rave.
Memorable. Luego para los de Bobby Gillespie quedaron pocas fuerzas, que se gastaron al final (Rocks, country girl, Swastyka eyes)
El cumpleaños del intocable
11 Sep
«Yo siempre he dicho lo contrario de Godard. El cine es una mentira a 24 imágenes por segundo.»
«No tengo ni idea de cómo va a funcionar la película pero el caso es que tampoco me importa lo más mínimo.»
(Brian De Palma)
«Imaginen a musulmanes llenos de odio viendo cómo unos soldados americanos violan a una iraquí. Si sólo uno de ellos entra en la lucha, la culpa será de Brian de Palma…»
(Bill O’Reilly)
Desnudo
10 Sep
Dolor
por las cosas que olvido de mi mismo
Desgarro
por las cosas que recuerdo
no como fueron
o como me hubiera gustado soñar
sino como fantasmas desfigurados
que me atormentan
El pasado
es aquella parte de nosotros
que nos recuerda cuantas veces hemos muerto
Yo fui una vez
alguien que no era
Corrí aventuras
o eso me dije a mi mismo
en la oscuridad del silencio
de madrugada
obligado a parlamentar
con mi solitaria sombra
a la luz tenue de una lampartita de mesa
La noche antes
de matarme por ultima vez
Por ultima vez hasta la proxima
Las cosas que olvido de mi mismo
Desastres y accidentes
mutilaciones y verbos desolados
Las cosas que olvido de mi mismo
esas oportunidades que dejé morir en la cuneta
esos amores que no amé
Esas jornadas maravillosas ahogadas en la cuna con la almohada de la pereza
Esas oportunidades de vivir
Esas cosas que olvido
son todo lo que valía la pena
de mi,
aunque,
en el fondo,
eran mentiras arrojadas contra la pared
con violencia y alevosía
como disparos de pintura de un Pollock
Como palabras no dichas en los labios amortajadas…
Lo que amé de mi no existió acaso
o acaso solo el olvido sabe
quién soy yo
en esta fría lógica de cuchilla afilada
en este cepo que me raja el corazón
en este amor nunca formulado
en esta vida no vivida
en este compás de espera
en que Godot me manda un mensaje de movil
«Quedamos Luego»
aunque luego sea nunca
y nunca sea el nombre de mañana
Y mañana sea el amanecer de la renuncia
y mi olvidadizo sistema nervioso conjure de nuevo
para dejarme desesperado hasta la nausea
sabiendo
que ninguna ilusión
ningún amor, ningún mañana
son en el fondo una solución.
Solo es una prórroga lenta e incómoda
en la cual desnudo
examino mi miseria…